El Sagrado Mantel de la Última Cena

Una historia que comenzó hace 2000 años, que ha servido para que el lienzo en el que se produjo una de las crónicas más importantes de la vida de Cristo, se haya convertido en un tesoro histórico y espiritual único exhibido en la Catedral de Coria desde hace más de 500 años como reliquia universal de la cristiandad.

Si la nueva corriente del turismo experiencial se basa en las emociones y los sentimientos que los viajeros experimentan durante su visita a un determinado lugar, le ofrecemos la posibilidad de vivir una experiencia, única e inigualable, dentro de su tiempo libre o vacacional, como es el adentrarse en un emocionante viaje al pasado para descubrir y sentir el misterio que celosamente guardan los muros de la Santa Iglesia Catedral de Santa María de la Asunción de Coria, en cuyo museo catedralicio se custodia una de las reliquias más sorprendentes e importantes de la cristiandad como es el Sagrado Mantel de la Última Cena, cuyo recuerdo conmemora la liturgia de la milagrosa noche del Jueves Santo en la que Cristo concelebró la Pascua con sus doce apóstoles antes de su Pasión siguiendo la tradición judía.

Casco histórico de la ciudad de Coria

Un secreto, oculto y exhibido durante siglos en la seo cauriense, que ha despertado el interés de medios de comunicación internacionales y nacionales, caso del periodista Iker Jiménez, conductor de “Cuarto Milenio” y especialista en la búsqueda de nuevas formas de contar crónicas basadas en historias reales relacionadas con el mundo de los grandes y enigmáticos misterios, hasta llegar a la literatura de la mano del escritor extremeño Jesús Sánchez Adalid en su novela, “El Alma de la Ciudad”, en la que intenta descifrar el recorrido del Sagrado Mantel de Coria.

Una historia que comenzó hace más de 2.000 años…
Envolviendo de misterios a esta importante pieza arqueológica, convertida en dogma de fe para unos y de incertidumbre para otros, cuyo uso era muy habitual entre los judíos desde tiempo inmemorial al utilizar doble o triple mantel en sus fiestas, caso del Shabat, donde el mantel blanco sobre la mesa simbolizaba la pureza que debían poseer los alimentos y el maná que caía en doble ración cada viernes; lo que, a su vez, ha servido para que el lienzo en el que se produjo una de las crónicas más importantes de la vida de Cristo, se haya convertido en un tesoro histórico y espiritual, único, exhibido en la Catedral de Coria depositado en una hermosa arqueta barroca de plata protegido por una bolsa de terciopelo rojo de Damasco en seda, desde hace más de 500 años.

Simbolismo y misterio…
Que han llevado a destacados expertos a realizar estudios científicos, como los obrados en los laboratorios del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, en 1960, o los ampliados por el equipo de científicos de la NASA dirigidos recientemente por el profesor John Jackson (Director del Turín Shroud Center de Colorado), que sostienen que el Sagrado Mantel de Coria y el Sudario o Sábana Santa de Turín estuvieron presentes, conjuntamente, sobre la mesa de la Última Cena, debido a la coincidencia entre las dimensiones de ambas, en la que el Mantel de Coria mide 4,42 metros de largo por 92 centímetros de anchos, pudiendo haber sido la Sábana de Turín el Mantel que cubriera luego al de Coria tejido este último con más lujo y decoración a base de sencillos adornos geométricos en índigo natural de color azul en los extremos.

Devoción, cultura y turismo…
Sobre una de las piezas sagradas más preciadas e importantes de la tradición cristiana desde la antigüedad. Una joya, histórica y espiritual, que desde tiempos pasados la mostraban los Obispos de Coria desde el llamado balcón de las Reliquias cada día 3 de mayo (1599), festividad de la Santa Cruz, hasta desaparecer dicha ceremonia litúrgica como acto público en el año 1791, derivado de las aglomeraciones y los desórdenes provocados por los fieles devotos, lo que provocó su posterior olvido con el paso del tiempo, y que ahora la Ciudad de Coria y su Catedral vuelven a mostrar al mundo restableciendo su antiguo esplendor como Reliquia Universal de la Cristiandad.

Una tradición…
Convertida nuevamente en reclamo y punto de encuentro de peregrinos deseosos de recibir las gracias e indulgencias plenarias, como también lo fueron concedidas, desde antaño, por los magnánimos pontífices romanos a todos aquéllos que se acercaron hasta esta milenaria, nobiliaria y episcopal ciudad, al objeto de venerar el Sagrado Mantel de Coria.

Silueta Ciudad de Coria